19 / 09 / 2016

Cuatro niños navarros reciben la ayuda de los trabajadores de Cinfa a través del ‘Teaming’

Las donaciones han servido para financiar tratamientos que han mejorado la calidad de vida de Naioa, Aitor, Asier y Naroa, todos ellos con diversas enfermedades La quinta edición de esta iniciativa solidaria en el laboratorio abordará siete proyectos sociales más en los próximos meses 19 de Septiembre de 2016

Cuatro niños afectados por diversas problemáticas de salud graves han sido los primeros destinatarios de la quinta edición del ‘Teaming’ de Cinfa, que durante los próximos meses irá abordando un total de 11 proyectos de índole social. Desde principios de este año, las microdonaciones reunidas por los trabajadores del laboratorio han servido para financiar los tratamientos de Naioa, Aitor y Asier, de Pamplona, y Naroa, de la localidad navarra de Barásoain.

A través de esta iniciativa de solidaridad en equipo, los ‘teamers’, junto con la propia empresa, que duplica la cantidad reunida, han entregado 3.500 euros para las familias de Naioa, de 4 años, y afectada por el Síndrome de Charge; de Aitor Aranguren, de la misma edad y que sufre las secuelas de un atragantamiento; Asier, que hace 4 años nació con una cardiopatía congénita; y Naroa, una pequeña de igual edad y afectada por microcefalia y foco epiléptico.

Naioa padece Síndrome de Charge, una enfermedad poco frecuente que afecta a la vista, a la audición, al corazón y al ritmo de crecimiento, entre otras funciones, según cuenta Idoia, su madre: "No camina sola, tiene sordera profunda, hipotonía, de un ojo apenas ve y ahora están investigando si sus riñones funcionan bien, porque son más pequeños de lo normal. Además del duro diagnóstico cuando nació, estas dificultades implican una enorme carga económica para nosotros, ya que Naioa acude a logopedia, fisioterapia y otras terapias privadas que no podemos afrontar sólo con las ayudas que recibimos de la Administración".

La aportación de los ‘teamers’ se ha destinado íntegramente a un tratamiento con cámara hiperbárica que Naioa ha recibido en Madrid y que se basa en oxigenar el cerebro con el fin de favorecer las conexiones neuronales. "Después de un mes de trabajo intensivo con esta técnica, la hemos notado mucho más conectada con su entorno, con más fuerza en los músculos de las piernas y más centrada. Para nosotros, cualquier mínimo progreso nos anima a seguir adelante; tenemos muy claro que todos nuestros esfuerzos son para dedicarlos a su recuperación", expresa su madre.

El Síndrome de Charge es un trastorno minoritario que aglutina seis anomalías congénitas diferentes y que se da en aproximadamente uno de cada 10.000 nacidos. "No te lo esperas -recuerda Idoia-. Te viene algo así y te sientes solo, porque nadie te ayuda y se te cierran muchas puertas. Por eso, cuando nos comunicaron la noticia del ‘Teaming’ fue como si nos tocara la lotería, porque es una ayuda súper importante para nosotros y para ella", agradece.

Nuria Hernando, del Área de Fabricación de Cinfa, presentó este proyecto "con la intención de ayudar a Naioa a poder tener voz. Entre todos, hemos dado a esta familia la esperanza de que los avances médicos
mejoren el día a día de su niña, y eso es una gran satisfacción".

El mismo tratamiento con cámara hiperbárica en el centro madrileño es el que va a recibir Naroa, la niña que personifica el cuarto proyecto elegido por los ‘teamers’. Con una lesión cerebral debido a una microcefalia, así como un foco epiléptico, esta niña barasoaindarra de 4 años presenta una discapacidad motora e intelectual y un importante miedo a lo desconocido. En palabras de su madre, "siempre ha tenido rigidez en los brazos y rechazo a la comida; no presenta instinto de exploración y nos costó muchísimo que pudiera ir a lugares públicos o con gente nueva. Hemos conseguido que con música y luces acepte y gatee hacia algunos juguetes que conoce", indica Pilar.

La incertidumbre marca el día a día de Naroa, repleto de tratamientos en centros de neurorehabilitación, psicomotricidad, fisioterapeutas o jornadas en la piscina. "No sabemos lo que va a poder hacer en el futuro o hasta dónde llegará. Vivimos el presente y vamos probando terapias de todo tipo que, de vez en cuando, se traducen en enormes alegrías, como que se siente, se ponga de pie o sujete objetos no mucho rato con su mano derecha", apunta. "Creemos que socializarla es un aspecto muy importante, y tenemos esperanzas puestas en la cámara hiperbárica para conseguirlo".

La oportunidad ha llegado gracias a las donaciones de los trabajadores del laboratorio, un hecho que Pilar considera "extraordinario y emocionante. No imaginábamos que nos tendieran esta mano que Naroa tanto necesita y sin duda nos da fuerzas para continuar", concluye.

Rafa Eleta, de Almacén, dio a conocer el caso de esta niña, "una personita por la que sus padres están luchando como titanes y con toneladas de amor. Ella y el ‘Teaming’ encajan a la perfección, porque, con un pequeño gesto, se pueden hacer grandes cosas".

Una lucha constante y diaria

Aitor era un niño totalmente normal hasta se atragantó con una salchicha mientras cenaba. Tuvo la mala suerte de que el pequeño trozo de carne se alojara directamente en el pulmón, dejando a su cerebro sin oxígeno durante casi 15 minutos. "Desde ese día, Aitor no puede ver, hablar, andar ni sostenerse de pie; solo puede comer papillas y líquidos" -cuenta su tío, Peio-. Es como si hubiera retrocedido en el tiempo hasta cuando tenía dos o tres meses de edad, con la diferencia de que ahora ese daño es irreversible".

La historia de este pequeño se ha difundido ampliamente a nivel local y los trabajadores de Cinfa han querido sumarse a su batalla y a la de su familia, que está viviendo una situación "límite" con su madre, sola, como cabeza de familia e incapacitada para trabajar, y con otros dos niños más a su cargo. "La Seguridad Social no cubre ninguno de los tratamientos que Aitor necesita, por lo que hemos tenido que recurrir a alternativas privadas para que él pueda ir mejorando y hacerse lo más autónomo posible", indica Peio. "No sabemos cuántas funciones puede recuperar o cuánto tiempo va a necesitar de tratamientos; nadie nos garantiza nada -continúa-, pero hay que pelear sin desfallecer. Él es un luchador y nosotros nos movemos dando a conocer su historia y buscando la manera de ofrecerle cada vez más ayuda", asegura.

Así, este es el segundo proyecto al que se han destinado las donaciones de los ‘teamers’, que han servido para costear la terapia que Aitor recibe diariamente en una clínica de Pamplona. Allí trabaja con máquinas y técnicas que le hacen ir avanzando y dan alas a la familia. "Para expresar lo que supone que los trabajadores de Cinfa nos ayuden de este modo nos basta con una sola palabra: esperanza", expresa su tío.

Susana Mezquita, de Desarrollo Farmacéutico, es vecina de Aitor y lo presentó como candidato al ‘Teaming’ "porque lo que le ha ocurrido a él puede pasarle a cualquiera de nuestros hijos y eso te toca de cerca. Ahora, su vida y la de los suyos es una lucha que, aunque acaba de comenzar y sea larga y costosa, se ha convertido en el compromiso de muchos: familiares, amigos, vecinos y gente anónima, como los ‘teamers’".

La meta de todos

El tercer niño elegido por los trabajadores de Cinfa es Asier, un pequeño que con solo 4 años ya ha pasado por múltiples operaciones importantes. Nació con una cardiopatía grave y, a los diez días de vida, tras una intervención que no salió del todo bien, sufrió un infarto pulmonar y otro cerebral grave. "Como consecuencia, ahora presenta problemas de deglución, de visión, parálisis del lado izquierdo del cuerpo y dificultades en el habla, entre otros problemas; aunque se hace entender y comprende prácticamente todo", resumen sus padres, Lourdes y Óscar.

Lejos de amilanarse, este niño saca fuerzas para recibir 12 horas semanales de neurorehabilitación, repartidas en las áreas de logopedia, hidroterapia, métodos Petö y Bobat o psicomotricidad. "Tiene un carácter fuerte y no se rinde. Es el primero en trabajar y esforzarse, por lo que sí que va avanzando poco a poco. Además, médicamente, su evolución es impredecible y no hay un límite. Si seguimos paso a paso, sabemos que él va a ser capaz de llevar una vida normal", apuntan.

La ayuda del ‘Teaming’ se ha empleado para costear los diversos tratamientos que Asier necesita y así acercar a esta familia a esa ansiada meta. "El desgaste psicológico y económico es innegable, pero se queda atrás gracias al apoyo que recibimos de la gente; desde el pueblo de Aibar (Navarra), donde vivimos, que se ha volcado de forma estratosférica, hasta los trabajadores de Cinfa que, sin conocernos, han hecho posible tres meses y medio de tratamientos para Asier. Ni viviendo mil años podremos agradecer este gesto", afirma el papá del pequeño.

Juan Manuel Blanco, del Área de Sólidos, es el ‘teamer’ que ha encabezado el apoyo de sus compañeros a "un chaval a quien conozco bien por ser vecino del mismo pueblo. No podía quedarme parado ante su situación y sabía que entre todos podíamos hacer algo por mejorarla", concluye.

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